Yo que pensaba que esto no lo leía nadie... Y siempre hay alguien que atisba y vigila.
Me pasó igual cuando hacía un programa en RNE, de madrugada. Me confié escudándome en la inmunidad del solitario y, pasados los años, aún me reconocían la voz por la calle.
Así que habrá que currar más, aunque sólo sea por los amigos que de vez en cuando, asoman.
Besos a ellos y aprovecho el momento para dejar mi felicitación navideña (y la del mío).
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